aquella mañana


La luz de la mañana entró por tu ventana aquella tarde, entré por tus pupilas y encandiló tu alma que nunca había visto tanta claridad. El calor del sol entibió tu piel joven, miraste una y otra vez hacia los lados esperando ver venir una ráfaga de viento que trajera tus sueños. Tirado mirando las estrellas ausentes por lamisca ventana, sólo un par de pomposas nubes y un rayo de sol te acompañan. Estabas solo aquella primavera, viendo florecer los árboles junto a ti, junto el pájaro que cantaba… estabas ahí, contemplándolo todo con tus ojos inmensos.

En tu interior un pequeño corazón latía. Estabas vivo, dichosamente vivo, aún quedan más flores por ver en la calle, pensaste y saliste a caminar. Tus pasos sobre el pasto eran el único sonido que escuchabas, luego micros, susurros y cantos, más gente, más alegría, todo en ti era alegría… sólo algo te faltaba, algo que encontraste en aquel reflejo de agua cristalina y transparente, de agua limpia que corría veloz bajo el puente en que estabas parado sintiendo todo lo que contiene un segundo maravilloso.

Estaba parada ahí y por primera vez la ves con la frente transparente y con cintas multicolores y destellantes por cerebro, con miles de palabras dibujando paisajes y creando armonía en el universo, música de verano y fiesta, millones de deseos que crear juntos, miraste tus manos y las de ella mientras la ves venir, abrazarte, pedir tu corazón… no dudad ni un minuto mirándola eterna frente a ti. Lo tuvo entre sus manos palpitando rápido, lleno de jubilo quisiste que lo sostuviera por siempre, quisiste verla teniéndolo en sus manos cada noche y amanecer, quisiste abrazarla y guardar su perfume en tu almohada, encontrarla en cada esquina… y tan solo fue un minuto, su sonrisa se desvaneció entre tantos deseos.

Una sombra ha visto su color en tu pecho, ha visto tus ojos aumentar el caudal de río, te ha visto extrañarla y te ha dicho: sé feliz amigo otro instante, vuelve a sonreír… sé que extrañas lo que ella se ha llevado pero, si necesitas un corazón, yo con gusto te regalo el mío.

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