MIL DIMENSIONES


Dos estrellas por ojos se cuelgan del techo blanco y una niebla violeta envuelve mis oídos, tranquilidad, elevación, calidez en el ambiente… miro a mi jardín ahí está mi bicicleta, ayer la terminé de pintar, tengo ganas de acabar con las energías que me sumergen en una nebulosa de la fantasía… tengo ganas de acabar con todo lo que se pasea por mi mente, quiero alcanzar el vacío y permanecer sin pensar… volver a nacer sin nada, sin información y reconstruirme… yo mismo sin los valores ajenos, preservando mi inocencia para sorprenderme simplemente, para que las explicaciones no dejen mi vida sin emoción.

Siempre he dicho que, cuando el cuerpo está pesado y uno quiere correr por el mundo a solas, te debes tirar de la cama y luego pensar, coger una manzana y hacer lo que quieras, sin darte vueltas, porque te quedas pegado. Guardo la manzana en mi bolsillo, no sé a que hora volveré. Monto en la bici y me conecto a la música que proviene de todas partes, el sonido del mundo en mis oídos, su extraña mezcla condensada en un ritmo que lo puede serenar todo después de acelerarme hasta que mi cuerpo quede completamente libre, liviano y me pueda ir a donde quiera.

Me pican los ojos, qué pasa, de dónde sale tanto polvo, me pica la garganta, qué mierda es, paro para toser y no chocar con un árbol y no… ¿qué es eso que se eleva, que parece nacer del cemento? Una mujer gigante, de piel plateada, es luminosa y sus ojos son grandes y su pelo azul, tiene manchas multicolores y parpadea, parece no pensar… en verdad me asusta… todos corren, ¿qué hago?, realmente estoy confundido, estaré soñando… sí, eso debe ser, está desnuda y es tan alta que no puedo ver el final de su cuerpo, mueve las manos y la cabeza, porque la otra mitad de su cuerpo aún está enterrado en la tierra… y esa herida ¿ es una herida? ¿Cómo puede vivir con ese agujero que llora sangre a destajo?, parece un río, oh mierda… es un río de sangre por eso todos corren hacia mí… pedaleo lo más rápido que puedo, conozco muy bien la ciudad y sé como alejarme de ella, cierro lo ojos no más de dos segundo y cuando los abro no puedo creer lo que veo… estoy frente a ella otra ves, tengo miedo, qué sucede… cómo se movió hasta aquí… no puedo frenar…

Pedalear en bajada sin ver nada es muy difícil, no sé cómo ni cuándo se oscureció, creo que entré por su herida y estoy en su cuerpo, no tiene órganos, es un monstruo con figura humana ¿será un robot o un cadáver? No, porque se movía y miraba… veo un espejo al final del túnel y me veo en él, hacia arriba se distingue la herida por la que entré pienso como llegar hasta arriba de nuevo y se empieza a juntar suave pero velozmente hasta desaparecer y dejarme encerrado, quise llorar, pensé que era mi final y miré de nuevo el espejo y ya no estaba mi imagen sino que la de una niña montada en una bicicleta que se aproxima veloz y se detiene , mira hacia atrás y luego me mira… parece mi gemela, somos iguales incluso en las bici que tenemos y la ropa…me sonríe y yo a ella, veo en su rostro los mismos lunares que tengo y los mismos gestos, ella hace lo mismo… ¿pensaremos lo mismo también?
¿Pensaremos lo mismo también? No me veo nada mal de niño, estaré soñando, bueno es obvio, es mi sueño y puedo hacer lo que quiera ¿o no? Talvez quiero ser hombre y por eso me veo así, talvez quiero ser mujer y por eso me veo así… es la proyección de mi opuesto sexual… sí, pero soy yo mismo ¿o no?
Tendrá las mismas palabras que yo en este momento en su cabeza, ambos mueven las manos y se alcanzan, él decide acompañarla a su lado del espejo que es igual al suyo…

Bienvenido a las mil dimensiones…

Sí, era un sueño, que alivio… desperté de un salto y me encuentro escuchando la misma canción que antes de que empezara todo… qué se mueve a mi lado, es él… es ella… ¿Qué haces en mi pieza? No, es mía… salgamos por favor, sea de quien sea la casa es igual a la mía, afuera y adentro, miras y ves a tu madre regando al jardín y te ves a ti mismo pasar a gran velocidad en bicicleta miras el cielo y en un espejo gigante en donde se refleja la misma escena protagonizada por la niña que pone la misma cara que tú y al final de lo que parece un mundo paralelo y opuesto se alza la figura plateada de la mujer gigante, salen y montan la bicicleta y se siguen a ustedes, se ven entrar por el cuerpo igual que antes y se siguen pensando “esta vez no caeré” tome el manubrio lo más fuerte que puede y subí por el cuerpo, subimos pedaleando con toda nuestra energía, él en su bicicleta y yo en la mía , la gigante nos mira boquiabierta mueve sus brazos tratando de botarnos pero la esquivamos siempre, nadie detiene nuestro ascenso ¿qué pasa? Nos preguntamos y como es obvio ninguno responde, bordean la herida en vertical hasta el cielo y…. ¿qué es este lugar?

Bienvenida a las mil dimensiones…

Las baterías al fondo, el cuello suave bajo las ruedas, traspasamos las nubes y la atmósfera y su cuerpo no termina aunque nos acercamos a las estrellas, sus ojos siguen nuestros movimientos, sus pestañas crespas se mueven veloces, pienso en volver por la espalda pero ella se agacha, en verdad no sé que hace y siento que no hay nada bajo mis ruedas, estoy flotando y tengo miedo, veo la tierra chiquita lejos de mis pies y si vuelvo quizás no llegue a tierra y si lo hago no quedará nada de mí… en qué pensé cuando decidí subir, me sorprendo al descubrir que estoy flotando, que no me muevo, si no quiero, que puedo permacer aquí y sonreímos…

El espanto llega a nuestro pecho, la velocidad de la luz alcanza nuestros cuerpos y somos meteoritos descendiendo, nos veremos como dos estrellas fugaces desde abajo, ella salta a la bicicleta de él y aprieta su espalda con firmeza, cierran los ojos, los aprietan junto con los dientes, quizás sea su último aliento… un momento detenidos a la altura de lo infinito, flotando en la oscuridad rodeados de llamas estelares y me río de la locura, si era una tarde normal de bicicleta y buena música…

La gravedad hace su efecto y comienza el descenso, van como estrellas fugaces hacia el suelo, no hay posibilidades… Moriremos…

Serán bienvenidos en esta dimensión…

Escuchamos asustados y después el ruido de la tierra cerrándose luego de nuestra penetración en ella.

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