Suave murmullo

He escuchado un suave murmullo en la otra esquina, una tan suave que me suena a tu nombre, a tu piel desconocida, a lo inexistente hoy en mi realidad… es que ese murmullo no sólo se ha asemejado a tu nombre para mí, hay muchas cosas que te acompañan… y lo he sentido, el remecer de mi cuerpo, se ha erizado mi piel y la saliva me ha sabido a vida.

Y adónde encuentras aquello que buscas. En que recóndito lugar se ha concretado ese susurro que ha atravesado su mente llenando su vida de cándida ilusión e inquietante alegría.

Talvez se ha topado con él en las calles del pueblo y no lo ha recocido ni él a mí, será que nos buscamos sin conocernos. Será que no sabe que soy yo quien lo busca… y si me he equivocado y en verdad esas palabras no son lo que yo interpreté, si no existe lo que busco.
Una silueta, una ilusión, una esperanza… y si no es tangible lo que mi corazón anhela, si en verdad al encontrarte y mirar tus ojos sé que era tú mi mejor secreto pero no mi añoranza.

Esta noche, mientras navegaba por los subsuelos de este infierno, una estrella pude ver, descendió lentamente estrellándose en mis mejillas que sintieron el ardor que su fuego estelar provocó y sin quererlo una lágrima a aparecido en mis ojos… mi mirada la siguió hasta que mi cuerpo, descendió por entre las raíces de una palmera y me hice transparente aire saliendo de sus ramas, Anduve por muchos cielos, nunca sentí tanta calma… escapé de muchos humos en sólo un segundo que quisieron acabar con mi pureza vital , hasta que te encontré.

Una vez en su cuerpo sentí la divinidad de recorrerlo, saberlo como sé vivir, como sé dormir,
Como sé comer… qué grandeza estar en su interior casi tocando su alma, y sé, tengo la certeza que me has sentido entrando por tu nariz hasta tus bronquios, pasearme por tu sangre divina y me deseaste, quisiste conservar este aliento para siempre y retenerme en tu cuerpo, estoy tan en ti, tan adentro que esto se ha invertido y eres tú el que ha entrado en mi cuerpo sin forma y me ha ocupado.

Conteniendo el aire un segundo, me has hecho vivir como nunca, dónde está el paraíso si no es en tu cuerpo, quisiera huir esta vez por tus pupilas, clavarme en tus ojos y mirarlos por dentro… ser mujer para ti hombre que sientes este encuentro sin saber que me llevas.

Y en tu aliento mi figura aparece, saliendo como aire de tu boca en dos pequeñas palabras me has construido de piel y huesos, de sexo y pasión, de ternura que siento al ver mis pies, mis piernas, mi abdomen, mis pechos, mis brazos, mi cuello y mi rostro ahí en donde quise, besando tus labios nos encontramos, siempre estuvimos juntos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CRISIS

Decidir por la muerte

El derecho a la fuga