Crisis y estupidez

Martina debe ser un poco tonta para pensar que algún día podrá andar por ahí, caminado, riendo... cuando está en su pieza sola ( o sea siempre), se come sus tripas para ver si por ahí encuentra algo que la saque de su letargo y del cansancio de la vida...
Apenas la noche cubre de sombras su pieza de vidrio ubicada en medio de la ciudad y la luna emblanquece sus rasgos mestizos, ella se desnuda y bebe un poco de ron acurrucada en un rincón, no puede pensar mucho, le pesa la cabeza, con los años le ha crecido y casi no puede sostenerla... su cuerpecito cada vez más desnutrido sufre con cada paso que da, sus costillas astillosas han perforado su piel y sus pulmones, respira jadeando con la panza abierta y las tripas afuera... tiene unos ojos muy lindos... o será que me gustan los ojos negros y grandes, un poco de esas criaturas ficticias que reconocemos como extraterrestres.
Cuando mira la calle o el cielo, no comprende nada... tanto se ha comido de sí misma.
Un día desapareció la puerta de su muralla, un día sus vidrios fueron tan duros como el acero, un día su pieza se hizo pequeña y no encontró salida. Al principio se sintió angustiada y pensó en el deber.
"debo ir a estudiar"
"debo leer ese libro... ¿por qué no lo compré?"
" Matías debe estar esperándome"
" cómo aviso que no iré a trabajar"
luego, después de un par de días de angustias decidió esperar... esperar, esperar "va a volver a aparecer la puerta, es cosa de esperar"
Y entonces se divirtió, se le olvidó, escuchó esos discos que tanto le gustaban y hace tiempo no revisaba y también algunos a los que nunca les tomó importancia, escribió algunos cuentos e inventó algunos poemas, hizo una bitácora de su tragedia llena de humor y anécdotas, escribió varias cartas (algunas de amor)... inventó un par de recetas, gastó todos sus lápices pintando y remendó todos sus vestidos (los viejos, los nuevos, los rotos, los feos, lo bonitos, los negros, los blanco y los coloridos), planeó algunas venganzas y algunas conquistas extremas, creo algunos platos con manjares que guardaba en su refrigerador... y se durmió.
Durmió muchos días... muchos... tuvo tantos sueños, descubrió que le gustaba soñar...abrazar la almohada y babear... así es como empezó a deshidratarse.
Un día le dolió tanto la cabeza por dormir horas y horas que enloqueció, pensó en lo que hizo y en lo que no, en cómo lo hizo y por qué razón, en las cosas que nunca haría y en sus maldita personalidad atrapante, afixiante, sofocante... que la tenía encerrada en esas cuatro paredes...
Le dolió el estómago, sintió que dentro suyo muchas cosas giraban, muchas cosas se torcían, muchos miedos vagaban, muchos puñales la destrozaban, muchas penas la envolvían, mucha soledad... mucha distancia, mucho silencio... eso que todos conocemos.
Poco a poco le comenzó a crecer la cabeza y a crecer el cabello, y se encorvó por el dolor de cuello... ¡ay, Martina, pobre cabeza, pobre cerebro, pobre mujer...!
Pasaron unos meses y se acabó la comida... racionó todo lo que pudo, una mordida por vez y sólo si sentía calambres... mucha agua, cada vez que sentía hambre caminaba desesperada aplazando lo más posible el momento de comer... pero de todos modos llegó el día en que no quedó nada... nada, ni siquiera lo descompuesto...
se lamentó de estar en un décimo quinto piso, ni siquiera podía cavar un agujero y dormir para siempre tapada con la tierra fértil.
Pero lo peor de todo era escucharse a sí misma... porque nunca se para de pensar, por qué, cansa, de verdad cansa... intentó cortarse la cabeza, intentó también silenciarla... todo fue vano y empeoró la situación...
Qué prisionera se sentía y su triste carcelero era ella misma... su conciencia, su razón...
Temía al suicidio o mejor dicho al dolor...
Por suerte tenía muchas botellas de ron... ¿y el hambre? por algo se comenzó a comer sus tripas... menos mal que así poco a poco se calló su voz interior.
Apenas la noche cubre de sombras su pieza de vidrio ubicada en medio de la ciudad y la luna emblanquece sus rasgos mestizos, ella se desnuda y bebe un poco de ron acurrucada en un rincón, no puede pensar mucho, le pesa la cabeza, con los años le ha crecido y casi no puede sostenerla... su cuerpecito cada vez más desnutrido sufre con cada paso que da, sus costillas astillosas han perforado su piel y sus pulmones, respira jadeando con la panza abierta y las tripas afuera... tiene unos ojos muy lindos... o será que me gustan los ojos negros y grandes, un poco de esas criaturas ficticias que reconocemos como extraterrestres.
Cuando mira la calle o el cielo, no comprende nada... tanto se ha comido de sí misma.
Un día desapareció la puerta de su muralla, un día sus vidrios fueron tan duros como el acero, un día su pieza se hizo pequeña y no encontró salida. Al principio se sintió angustiada y pensó en el deber.
"debo ir a estudiar"
"debo leer ese libro... ¿por qué no lo compré?"
" Matías debe estar esperándome"
" cómo aviso que no iré a trabajar"
luego, después de un par de días de angustias decidió esperar... esperar, esperar "va a volver a aparecer la puerta, es cosa de esperar"
Y entonces se divirtió, se le olvidó, escuchó esos discos que tanto le gustaban y hace tiempo no revisaba y también algunos a los que nunca les tomó importancia, escribió algunos cuentos e inventó algunos poemas, hizo una bitácora de su tragedia llena de humor y anécdotas, escribió varias cartas (algunas de amor)... inventó un par de recetas, gastó todos sus lápices pintando y remendó todos sus vestidos (los viejos, los nuevos, los rotos, los feos, lo bonitos, los negros, los blanco y los coloridos), planeó algunas venganzas y algunas conquistas extremas, creo algunos platos con manjares que guardaba en su refrigerador... y se durmió.
Durmió muchos días... muchos... tuvo tantos sueños, descubrió que le gustaba soñar...abrazar la almohada y babear... así es como empezó a deshidratarse.
Un día le dolió tanto la cabeza por dormir horas y horas que enloqueció, pensó en lo que hizo y en lo que no, en cómo lo hizo y por qué razón, en las cosas que nunca haría y en sus maldita personalidad atrapante, afixiante, sofocante... que la tenía encerrada en esas cuatro paredes...
Le dolió el estómago, sintió que dentro suyo muchas cosas giraban, muchas cosas se torcían, muchos miedos vagaban, muchos puñales la destrozaban, muchas penas la envolvían, mucha soledad... mucha distancia, mucho silencio... eso que todos conocemos.
Poco a poco le comenzó a crecer la cabeza y a crecer el cabello, y se encorvó por el dolor de cuello... ¡ay, Martina, pobre cabeza, pobre cerebro, pobre mujer...!
Pasaron unos meses y se acabó la comida... racionó todo lo que pudo, una mordida por vez y sólo si sentía calambres... mucha agua, cada vez que sentía hambre caminaba desesperada aplazando lo más posible el momento de comer... pero de todos modos llegó el día en que no quedó nada... nada, ni siquiera lo descompuesto...
se lamentó de estar en un décimo quinto piso, ni siquiera podía cavar un agujero y dormir para siempre tapada con la tierra fértil.
Pero lo peor de todo era escucharse a sí misma... porque nunca se para de pensar, por qué, cansa, de verdad cansa... intentó cortarse la cabeza, intentó también silenciarla... todo fue vano y empeoró la situación...
Qué prisionera se sentía y su triste carcelero era ella misma... su conciencia, su razón...
Temía al suicidio o mejor dicho al dolor...
Por suerte tenía muchas botellas de ron... ¿y el hambre? por algo se comenzó a comer sus tripas... menos mal que así poco a poco se calló su voz interior.
aaa mucho tiempo me sentí igual que martina
ResponderEliminarpobre martina, no sabe de lo que se pierde
le dedico esta canción a martina y a su autora
onda vaga-mambeado
Que lindo es estar en la tierra
Despues de haber vivido el infierno
Que lindo es poder amarte y mirarte otra vez
Despues de estar tan enfermo
Que lindo corazon q estes aca y aca latiendo
Y me desenredes los ojos
Y si por ahi el miedo me viene a buscar de nuevo
Voy a recordar lo que cantamos una vez
Mirando el cielo
Cantale a la luna y al sol
Cantale a la estrella q te acompaño
Cantale a tus amigos con el corazon.
Cantale a la luna y al sol
Canta que es la tierra que canta en vos
Cantale a tus amigos con el corazon
Yo no se por que a veces me pierdo
Los ojos se me dan vuelta y me muero por dentro
Y me encierro otra vez y no puedo salir
No puedo ver lo lindo de cada momento
Es que a veces no me le animo al niño que llevo dentro
A veces pienso que estan mal algunas cosas que siento
Pero basta ya de eso hecha pa fuera bye bye bom
No tengo tiempo ahora de eso
Estoy en otra cancion,
se acabo
Que lindo corazon que estas aca y aca latiendo
Y me desenredes los ojos
Y si por ahi el miedo me viene a buscar de nuevo
Voy a recordar lo que cantamos una vez
Mirando el cielo
Cantale a la luna y al sol
Cantale a la estrella q te acompaño
Cantale a tus amigos con el corazon.
Cantale a la luna y al sol
Canta que es la tierra que canta en vos
Cantale a tus amigos con el corazon
jejeje espero que te guste!
me gusto MUCHO Mucho el cuentito pia maria
un poco triste eso si
te quiero mucho amiga!
FELIZ AÑO NUEVO!!!
EHEHEHEHEH!!
Anónimo = lichy
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