Descanso frustrado



Despertó aturdida, no sabía dónde estaba, le dolía la cabeza terriblemente, de ese dolor que no te deja pensar con palabras, solo pequeños destellos plagados de imágenes la absorbía sin explicaciones, desbordada por el miedo... lo recordó.


Estaba con Violeta y Jazmín, tendidas sobre la cama, se tomaron unas pastillas para dormir mientras las acariciaba cantándoles canciones para volar.

- Nos iremos volando del mundo, despacio las tres.
Me contó con sus ojos verdes llorosos, mientras yo la escuchaba sin saber cómo no huir de sus pesadillas:
- Yo sabía que me iba a matar, solo quería una muerte tranquila, morirme soñando, morirme dormida... él me dijo una vez, hace tiempo, que no me iba a matar tan fácilmente, que yo no me merecía eso, me puso un cuchillo en el cuello y me dijo que me iba a torturar primero. Las niñas estaban encerradas en la pieza, siempre las encerraba para pegarme.



Se incorporó de una camilla, pero la detuvo una esposa aferrada a los bordes. <<¿Dónde están mis hijas?>>, supo que no se habían ido a la muerte cantando y soñando, que seguían a este lado del mundo, pero dónde. Entró su mamá. A pesar de la rabia que le tenía, en medio de su desamaparo le suplicó por sus hijas. Están bien, pero se fueron con él.


Frío.


Se fueron con él.

- Un día estaba trabajando en la máquina de mi patio, no podía ir a trabajar... no me  acuerdo por qué, pero me empezó a insultar, cerré el portón porque me daba vergüenza que mis vecinos escucharan cómo me trataba y me empujó, me caí sobre mi hija, pero corrí, antes de que me  pegara más, fui donde una vecina, le pedí su teléfono para llamar a los pacos, ella me preguntaba, << qué te pasó>>, yo le decía  que no le podía contar, <>, me dijo… yo insistí llamando a los pacos, pero nadie llegó... yo estaba sola, no tenía amigos, no tenía familia, volví por Jazmín... él le decía <ella te pegó y se fue>>, sentí odio, intenté abrazar a mi hija y me miró asustada, me dijo <>.


Prendí un cigarro. A veces me cuesta entender las profundidades perversas de los hombres, cómo se justifican tantos valores destructivos, cómo ese nivel de daño se puede confundir con el amor. No pude evitar revivir mi pequeña historia de posesión y le tomé las manos intentando traspasarle mi calor.


Tantas historias pensé.


-       El origen de muchos de estos crímenes es la violencia, si no hubiera violencia…



Los ratis, los pacos, las otras presas, que nadie sepa tu delito, las peores perras son las que matan a sus hijos, lo peor de lo humano, ella misma lo pensaba antes, el miedo al agua caliente, te van a apuñalar si se sabe... nada lo justifica... debe ser presa de un psicópata, dejar que te devore. No puedes decidir por la vida, estás sola, no puedes decidir por la muerte...


La muerte nunca te liberará de tu destino.


Así es el amor, tienes un hogar, una familia, las cosas que estabas haciendo tú.


- Ejercí el comercio sexual, dos semanas, no pude más, lo hice para irme de su lado, pero no pude y volví... me sacó fotos íntimas para burlarse de eso... para amenazarme de divulgar mi historia, él sabía de mis miedo y abandonos, me decía, <madre, que no sabe ni quién es tú papá, quién va a querer estar con una cabra chica como tú, con dos guaguas, que no terminó ni el colegio, que es puta... que nadie quiere...>> Volví porque no tenía dónde ir  ni cómo sobrevivir. El último año fue el peor.


La miraba cómplice, sabía que nuestra historia se unía en esa confesión, en esa rabia, en el sentimiento, sabía que ese era un punto de inicio de una historia, de un compromiso, una historia compartida por nuestros cuerpos, por nuestro lugar en el mundo, una historia de la que hacerse cargo después de secar nuestras lágrimas.

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