Intensidades

He huido y me escondido. He ahogado las melancolías con el silencio. Con llantos que se pierden entre mi vientre y mi garganta. He deambulado tantos meses y años entre dolores que me vienen de los huesos. He mirado muchos ojos y he querido mentir y decir qué todo viene de los ojos, de miradas olvidadas. Del miedo que intenta abrazarme para arrastrarme a la quietud de las sábanas inertes. A la quietud de la nada. E intentado ocultarme. Desaparecer. Hacerme de nuevo lejos de mí. Lejos de los amores que han intentado consolarme con tantos mensajes. Renuncié a los gritos de auxilio. Debí nombrar las pesadillas, sabiendo exorcizarlas para no volver a evocarlas, o simplemente llorar y dejar que me abrazaran atravesada, llorarme por haber muerto en vida incluso antes de poder siquiera decir, no admitir que me desvanezco, que tengo los huesos rotos, que muchas veces me sorprendo mirando al vacío, mirando los buses y pensando dónde ir para encontrarme, dónde te has ido encerrada en esa escuela de murallas altas, murallas de casa, de hospitales, en la sangre que me retorna a las venas, sangre sin vida que me arrastra bajo la tierra mientras ando y pierdo el aire, he estado bajo mi piel dudo de pronto… murallas que crecen desde el suelo por mis piernas y me aprietan el corazón brotado de agujeros e ilusiones, de dientes de león callejeros, de amigos abandonados, de arrebatos que me permiten seguir, porque la desconexión viene de antes y he intentado encontrar las respuestas, quizás no existen más respuestas que las lágrimas fatídicas que tanto rehuyo cantando, gritando, bailando y negandolo. En el fondo sé que nunca he estado sola en esto. Que estás tú y están ellas a la distancia, siempre llamándome amor a pesar de todos los desprecios, quisiera abrazarlas, atravesar los cristales del tiempo donde estábamos las tres entre el humo sonriendo y besarles la frente, tomarte de la mano y decirte gracias por tanta paciencia, a ti a ellas. Que poco concretas son las palabras, pero me entiendes durmiendo, y me saben, lo sé, mucho más de lo que quisiera que me supieran.

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